viernes, 30 de abril de 2021

Desde el Arte Bizantino, hasta el living de mi casa. Construcción del marketing cristiano

Ensayo

Por Melisa Martínez

Universidad Nacional de Asunción, Facultad de Arquitectura Arte y Diseño, Instituto Superior de Arte “Olga Blinder” – Artes Visuales, Primer Semestre  


Introducción

“El arte bizantino es una expresión artística que se configuró a partir del siglo IV, fuertemente enraizada en el mundo helenístico y oriental, como continuación del arte paleocristiano. Desde sus primeros momentos, Bizancio se consideró como el continuador político del Imperio Romano” (Beckwith, 2007).

El mismo autor explica que el arte bizantino se dividió en cuatro grandes etapas:

· Primera Edad de Oro Bizantina: 527 - 726, año en el que aparece la querella iconoclasta. La época dorada de este arte coincide con la época de Justiniano.

· La querella iconoclasta [1] se prolongó entre los años 726 - 843 y enfrentó a los iconoclastas contra los iconódulos y fue tan violenta que produjo una crisis artística acentuadísima, especialmente en el arte figurativo.

· Segunda Edad de Oro Bizantina: 913 - 1204, momento en que los cruzados destruyen Constantinopla.

· Tercera Edad de Oro Bizantina: 1261 - 1453, cuando los turcos toman Constantinopla.


Desarrollo

El Diccionario Online de Google nos dice que arte es una “actividad en la que el hombre recrea, con una finalidad estética, un aspecto de la realidad o un sentimiento en formas bellas valiéndose de la materia, la imagen o el sonido” (Oxford University Press, 2020). Sobre este concepto es que afirmamos que el arte es una expresión del hombre en sociedad.

El mismo lexicón digital también nos aclara que marketing es “un conjunto de técnicas y estudios que tienen como objeto mejorar la comercialización de un producto”. Y sobre este concepto vale subrayar que la comercialización no se trata exclusivamente de intercambio de dinero en el término amplio, sino en el consumo de bienes o servicios como objetivo.

Como el arte, también en un sentido amplio, es un medio de comunicación que refiere sucesos e ideologías, comunicando al hombre con el hombre, en un mismo tiempo y espacio o a través del tiempo y el espacio; el arte también puede comunicar al hombre con aquello en lo que cree, o en lo que debería creer. En este sentido, el hombre que lo crea, no lo considera arte, sino objeto de culto y veneración: “comprando” la idea, en un sentido más mercadotécnico.

Es así como entiendo la mayoría de las representaciones del arte bizantino, donde los motivos religiosos permeaban todas las prácticas. Los mensajes religiosos estaban dentro de los templos en las paredes, como objeto específico del culto a través de estatuas, o también como pequeños y portátiles objetos de veneración a los que se les conoce con el nombre de íconos: que para seguir con la extrapolación podemos llegar a llamar merchandising [2].

En general, existen tres tipos de imágenes cristianas (Wikipedia, 2020):

· De culto: son aquellas a través de las cuales la divinidad se personaliza en el mundo, son únicas, pertenecen al ámbito de las apariciones y los milagros y ocupan lugares preponderantes en los santuarios que generalmente están dedicados a estas imágenes.

· Descriptivo – narrativas: transmiten un mensaje relacionado con la doctrina, con la historia sagrada, con la teología y con los dogmas de la fe cristiana.

· De devoción: representan también a la divinidad, pero generalmente son reproducciones de las imágenes de culto o de personajes asociados a la devoción católica como santos, diferentes advocaciones de la virgen o las personas de la santísima trinidad y pertenecen al ámbito personal.





El arte de Bizancio que se conserva, pertenece en su mayoría a las imágenes descriptivo - narrativas y a las imágenes de devoción, como el Cristo Pantocrátor.

Terminada la lucha iconoclasta, a mediados del siglo IX es cuando verdaderamente se configura la estética bizantina y su iconografía. Surgirá una Segunda Edad de Oro, que supondrá el apogeo de las artes figurativas, irradiando su influjo al arte islámico, por entonces en formación, y al naciente arte románico europeo. Las figuras acusan una cierta rigidez y monotonía, pero muy expresivas en su simbolismo, con evidente desprecio del natural y las leyes espaciales; son alargadas y con un aspecto de cierta deshumanización (Chatzidakis, 1967).

Los nuevos tipos iconográficos se adaptan simbólicamente, según un programa prefijado (Hermeneia [4]), a las diferentes partes del templo: el Pantocrátor (Cristo en Majestad bendiciendo) en la cúpula, por ejemplo. Los modelos más repetidos son las figuras de Cristo con barba partida y edad madura (modelo siríaco) como esta obra que apuntaremos con fines conclusivos de este análisis.

Conclusión

La imagen Bizantina fue la prolongación del dogma, y el desarrollo de la doctrina en el arte Bizantino tenía carácter de libro sagrado (Galavaris, 1981): lo que fortalece la idea de vínculo entre arte Bizantino y marketing moderno.


El arte Bizantino dentro de los templos, fue realmente una teología en imagen, ya fuera en pintura o en mosaico y se convirtió en “un maravilloso espectáculo para impresionar el alma”, como explica Beckwith. Lo que se enmarca en un marketing emocional directo, el cual se trata de una “disciplina del marketing que utiliza una marca dentro de una estrategia, con el objetivo de lograr un vínculo afectivo con usuarios, consumidores, clientes y futuros clientes, para que estos sientan la marca como algo propio y necesiten ser parte de ella” (Guardiola, 2017).



Amén de esta conclusión académica, la iconografía del Cristo propia de la mano derecha del Cristo Patocrátor ha taladrado eras, y trasversalmente ha llegado a varias disciplinas que no tienen que ver con la religión, como el diseño gráfico, la fotografía artística, los videoclips y hasta el living de mi casa.

¿Cómo? En una obra del artista nacional emergente Lucio Miranda, colocando a John Lennon en la pose de bendición que habían impuesto los bizantinos.

Esto es un excelente marketing, sin lugar a dudas. Pero siempre cabe la hermenéutica, como también nos enseñaron los bizantinos.


lunes, 15 de marzo de 2021

La Edad Media y su nueva forma de dominio: Frontal de Avià

                                                                                                                                                                                      

                                                                                                                                                                                                                                                                                           

Ensayo

Por Melissa Salinas 

Universidad Nacional de Asunción, Facultad de Arquitectura Arte y Diseño, Instituto Superior de Arte “Olga Blinder” – Artes Visuales, Primer Semestre 


Introducción

Se puede decir que la edad media es el periodo más largo de la historia, abarca desde el siglo V hasta el siglo XV. Se desenvolvió por medio de varias etapas.

Aunque hubo un triunfo de la caída del imperio romano del occidente no pudieron quitar sus raíces, es decir lo que habían adoptado anteriormente como la estética, la religión, etc.

Luego del periodo Bizancio se seguía esperando la venida de Jesús, fue por esa influencia religiosa que el estatus social, la mujer referenciada al pecado y lo macabro se sitúa en toda este periodo.

Es impactante el simbolismo en su máxima expresión, cada detalle de la apreciada escultura, pintura o arquitectura obtiene un significado bíblico y de esa forma catequizar.



                       

Desarrollo

Esta obra puede presenciarse en el Museo de Cataluña, España. Provenía de la iglesia, Santa María de Aviá.

Fue pintada sobre una tabla de madera de álamo de 105 x 175 cm. Utilizando la técnica del barnizado y posterior estucado.

Se divide en cinco espacios basados en la historia de María que serían momentos resaltantes de la aparición de María.

En el centro observamos una conexión de Madre e hijo hacia el mundo, la falta de realismo en los cuerpos da nuevamente un sentido de divinidad, de algo del más allá, son personificaciones quietas, alargadas sin expresiones y con deformaciones.

 


 Luego de ver el centro, en los costados sigue la historia de María.  La visita del espíritu Santo, la visita de su prima Isabel, el nacimiento de Jesús, la llegada de los reyes magos y por último la representación del niño en el templo. De esta forma se podía enseñar la palabra de Dios sin utilizar palabras o mejor dicho la biblia.

Entre los cinco espacios divididos no se observa ningún lugar reconocible a pesar de que esto ha pasado en la tierra según la biblia. Lo que si podemos ver son los arcos de media punta incrustados en algunas partes. Las vestimentas de los personajes tienen muchos contrastes, eso lo hace muy llamativo para el ojo y eran simples de comprender.

Las pinturas por lo general se enfocaban en la diferencia de lo malo y lo bueno, se introduce el concepto de lo malo a través de lo que se consideraba feo y que por cierto hasta ahora algunos tienen ese concepto. Necesitaban dar personificación al demonio y al pecado para difundir miedo a la sociedad. Explica Eduardo Celaya “así es cómo el miedo fue utilizado por estas clases dominantes para ejercer dominio sobre la población, al darle personalidad y nombre, a modo de ser identificable y, por tanto, perseguido y exterminado, en caso que fuera necesario” Por eso había muchas formas de sufrir físicamente, con calderos, degollados, decapitados o colgados. Y también    los santos de esa época eran reconocidos por ser mártires, ya que sufrían físicamente.

El pecado era referenciado a lo feo por ende eras malo, ¿pero que se consideraba feo?

 Pues bien, lo feo iba de la mano de lo diferente. Si no tenías religión eras pecador y considerado mala persona. Eso pasaba lo mismo con personas deformes o discapacitadas, incluso las mujeres eran sinónimo de pecado por creer que el origen del pecado era Eva.    

Mirando nuevamente a la pintura, si nos ponemos a pensar representa la posibilidad de llegar a la santidad siendo un ser humano, son como esperanzas para el mortal de seguir su tormento en la tierra para ganarse el cielo. Este ejemplo de vida iba más enfocado para las mujeres, María era la otra cara de la moneda del nuevo testamento, era lo contrario a Eva. 

 

Conclusión

El pensamiento artístico ya no buscaba la belleza sino el simbolismo,  aunque no cambia su objetivo real que es tener el poder de la sociedad.  Cuando la religión se convirtió en poder y se unió con la política, la religión predominante (el catolicismo) tenía la libertad de manejar a las masas sociales. Así fue como el mal uso de la palabra de Dios hizo que la sociedad se divida por clases sociales, teniendo referencia al pecador y siendo juzgado por lo más mínimo.  Así se mantuvo la sociedad, el miedo hizo que funcione la estructura, tal vez no fue la mejor manera pero en ese momento ha funcionado.

Un papel muy importante ha tomado los seres mitológicos y mucho más Satanás, considerado príncipe la tierra. Las preguntas necesitaban respuestas, ahí es donde la imaginación ayudo bastante para calmar las masas.

La utilización de la imagen de la mujer para referenciar el pecado hizo que haya discriminación y superioridad de la masculinidad. Así también había otro extremo referenciada a María, que era ejemplo como mujer y madre.  Solo tenías dos opciones.


Bibliografía

Tolosa. (23 de Febrero de 2012). J.A. Recuperado de https://arte-paisaje.blogspot.com/2012/02/frontal-de-altar-de-avia-barcelona.html?m=1

 

Ruiz, G. (18 de Enero de 2020). La edad media-Inicio, características, etapas y final del medievo. SOBREHISTORIA.COM. Recuperado de sobrehistoria.com/la-edad-media/

 

Celaya, E. (19 de Noviembre de 2016). El miedo como medio de control social en la edad media. Eslocotidiano.com. Recuperado de https://www-eslocotidiano-com.cdn.ampproject.org/v/www.eslocotidiano.com/articulo/tachas-180/miedo-medio-control-social-edad-media/20161119231533033601.amp.html?amp_js_v=a6&_gsa=1&usqp=mq331AQFKAGw